Desde la hipocresía de levantar la bandera de la seguridad se esconden las oscuras intenciones de los de siempre.
Los que cuando debieron mirar cerraron los ojos y cuando debieron escuchar se hicieron los sordos.
No les bastó con incendiar laPatria, secuestrar presidentes contitucionales, encerrar a la Nación en un corralito financiero, empapelar el País con bonos, aterrorizar a la población con secuestros, amenazas, torturas, desaparición de personas.
No les bastó con incendiar laPatria, secuestrar presidentes contitucionales, encerrar a la Nación en un corralito financiero, empapelar el País con bonos, aterrorizar a la población con secuestros, amenazas, torturas, desaparición de personas.
Como no les bastó insisten con el chantaje, la extorsión, la conspiración y el golpismo.
Tienen el corazón tan negro y el culo tan,pero tan sucio que no les importa quedar en evidencia.
Mostrase con la inmoralidad inmoral de esconderse tras una sotana o tras la "santidad" de un hombre santo dedicado a Dios y al prójimo para conspirar abiertamente e incitar al derrocamiento de la voluntad del pueblo desde un púlpito popular como lo es la PLAZA DE MAYO.
Una Plaza que caminada por las madres en busca de sus hijos le pertenece al pueblo perseguido y masacrado por estos que se dicen los "inseguros" en busca de "seguridad".
Curas y rabinos politizados que han cambiado la paz porla guerra, la humildad por la soberbia,
la verdad por la mentira, la bendición por la maldición y que abusando de la confianza de los hombres en ese DIOS CREADOR del ser humano a su imágen y semejanza, distorsionan y deforman esa imágen creadora en beneficio de sus particulares intereses.
Y nos hablan de seguridad los inseguros que se esconden en el celibato porque , de entregarse en cuerpo y alma a una mujer pondrían en riesgo la seguridad de sus vidas seguras en esa negación de lo terrenal que determina la conducta del ser humano habitante del planeta.
Hablan de amor pero son incapaces de amar para engendrar.
Hablan de dialogar pero incitan a la confrontación poniendo sus pies sobre las huellas de los pies dejados por las madres de los hijos que no aparecen.
Creen que nos engañan y creen que nuevamente nos derrotarán .
Pero, están equivocados.
Han pasado los años.
Y hemos aprendido
A defender lo que nos costó la desaparición de 30.000 compañeros.
Y lágrimas.
Y desesperación.
Y esperas.
Y convicción de que NUNCA MÁS volverán a someternos.
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