lunes, 4 de mayo de 2009

Mariano Grondona y Joaquín Morales Solá no opinaban sobre lo que ocurría en el conurbano bonaerense.






¿LOS HAN VISTO?


No tenían un pañuelo blanco sobre sus cabezas, pero eran madres del conurbano
Inconfundibles, imposible no percibir en la mirada que eran madres en busca de sus hijos
Varias mujeres solían (en aquellos tiempos de la dictadura) pararse en las estaciones de Adrogué,Burzaco, Témperley, Bánfield, Lanús, Turdera con un cartelito en el que simplemente había escrita una pregunta: ¿Los han visto?
Y las fotos mostrando a los hijos de esas mujeres
Varia mujeres solían en aquellos tiempos subir al tren y pasaban mostrando al pasaje las fotos de sus hijos que habían sido secuestrados.
¿Los han visto?
Y dejaban sobre la mano del pasajero un número de teléfono.
Y pegaban las fotos de los hijos en las puertas de los vagones .
Y si venía el guarda seguían con lo que estaban haciendo,y si subían milicos les hacían frente .
Ellas pegaban las fotos y los milicos las corrían.
En la Rotonda de Burzaco era común ver a las madres con los cartelitos y las fotos y detrás de ellas a los hombres que las acompañaban.
¿Los han visto?
La pregunta que encerraba el drama que vivían los hogares en el que los operativos del ejército dejaban sin hijos a estas madres del conurbano.
Aquél día yo había quedado en encontrarme con Hilda en la estación de Burzaco
Me había pedido la acompañara a la Comisaría de Burzaco .
Última Comisaría en ese recorrido que hacía buscando respuestas a las preguntas sobre el paradero de su sobrina.
La sobrina de Hilda había sido detenida en un operativo en la estación de Témperley
Muchos pasajeros desaparecían tras los operativos en las estaciones de la Línea General Roca.
Por eso las madres se paraban en los andenes con las fotos de sus hijos.
Pero nadie respondía.
Era como si a los pasajeros se los tragara la nada.
Yo había tomado el tren en Adrogué porque había habido operativos en la Avenida Espora y cuando había operativos paraban a los colectivos , hacían bajar al pasaje y lo ponían contra la pared con las piernas separadas y los brazos extendidos
Están buscando subversivos, decían los pasajeros.
¿Como una complicidad de los pasajeros con los milicos.?
No se, nadie protestaba o nadie se animaba a protestar.
Estaba lloviendo y soplaba un viento tan fuerte que las ramas de los árboles se inclinaban hasta casi tocar el suelo.
No podía pasar por el túnel de la estación que comunicaba un andén con el otro porque cuando llovía el agua lo inundaba
Me decidí a caminar hasta el paso nivel tapado por los pastizales
Habíamos acordado encontrarnos en el kiosco que estaba junto al puesto de diarios.
Hilda vivía frente a la estación de Burzaco en un edificio que siempre estaba en construcción
Hilda nunca llegó a la cita.
Esperé por espacio de una hora o más, tal vez más y me fui.
En esos tiempos no se esperaba y tampoco se preguntaba mucho.
Me regresé en el tren pensando en Hilda y en la sobrina de Hilda que había desaparecido .
En el andén , una madre con un cartelito que preguntaba
¨¿Los han visto?
Debajo del cartelito las fotos.
A veces me paro en el mismo lugar que sigue igual, como si el tiempo (que se llevó a Hilda y a su sobrina ) no hubiera pasado.
Y si llueve el túnel que comunica ambos andenes se sigue inundando.
Y si sopla el viento, los árboles se doblan casi hasta llegar hasta el suelo.
Y el mismo olor a podrido y la misma suciedad de entonces se apoderan de la tarde y de mis recuerdos mientras aguardo el tren
En el mismo andén en el que las madres se paraban con el cartelito y las fotos y la desgarrante pregunta:
¿Los han visto?
Y el desgarrante silencio en respuesta a la pregunta.
Desde entonces.

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