sábado, 7 de abril de 2012
Carlos Reymundo Roberts sostiene que los kelpers quieren ser argentinos
¡Albricias¡
Carlos Reymundo Roberts regresó de las Islas Malvinas trayendo una gran noticia.
Los Kelpers desean ser argentinos.
No era lo que deseaba pero, así son las cosas, lo planeado se le dio vuelta y quedó pedaleando en el aire.
Digno de lástima, porque lástima es lo que a los bien nacidos nos despierta un tipo que se las manda de periodista y al final resulta un vendido a quienes, en el ochenta y dos ,resultaron ser nuestros enemigos.
El tipo al parecer no esperaba que las cosas salieran como salieron porque en realidad iba con una mochila cargada con mierda para desparramar sobre sus compatriotas, sobre su País, sobre los soldados que duermen en el suelo gélido de las islas, sobre los que nos gobiernan , sobre todo lo que de alguna manera se relacionara en forma directa con su Patria a la que este ¿mercenario? no siente como suya ya que de lo contrario no podría decir lo que dice sobre ella y fogonear para el bando contrario a fin de que le quede en claro a su majestad la reina que Reymundo Roberts además de un traidor a su patria es un chupamedias de la corona pirata.
¿Cómo se puede ser tan sorete? Una pregunta que siempre me surge cuando en mi panorama se presenta la imagen de un traidor, de un vendido.
No digo que sea un sorete simplemente me pasa por la cabeza que puede ser un sorete
Me ocurrió lo mismo con Cleto.
¿Vieron como terminó Cleto?
Yo creo que a este renegado de sus orígenes le ha de ocurrir lo mismo.
No se puede pasar por este mundo viviendo a costa de atacar la cultura a la que se pertenece, renegar de la historia que nos une como pueblo, disfrutar de los logros del enemigo, desear que al País le vaya mal , criticar por criticar, mentir por mentir y traicionar por traicionar y no pagar un precio por tan repugnante actitud.
¿Caerá en el olvido?
Posiblemente, las víboras terminan muchas veces envenenándose con su propio veneno.
El tiempo será el encargada de darle de su propia medicina a este escribiente que manifiesta su frustración
burlándose de quienes son sus compatriotas y disfrutando con un acto que de aberrante no solo da asco sino que merece repudio.
Según sus propias palabras, dice que su misión en las Islas fue sencilla y que a una mitad de los isleños se la puso en el bolsillo con promesas sencillas.
Tal vez esta subestimación a la que está acostumbrado fue lo que provocó la reacción de los kelpers que no solo quieren ser argentinos(como el mencionado sostiene) sino que cansados de semejante espécimen le patearon el culo y lo mandaron de vuelta volando por los aires de la patria.
Y aquí lo tenemos.
Muestra de ello es el artículo que el diario gorila de los Mitre le publica tal vez con la ilusión de que los idiotas que se chupan el dedo lo aplaudan y miren a través de su mirada
Hasta la Victoria Siempre
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