SIN VENCEDORES Y SIN VENCIDOS

Pero, en igualdad de condiciones ante la ley

ESPECIAL para todos los que compartimos este suelo laico .

Que Dios se manifiesta a través de los hombres es lo que me enseñaron los pastores de la religión a la que pertenezco.
Es decir la católica, apostólica y romana.
Con la que no coincido en muchas cosas y a la que no obedezco verticalmente porque es mi concepción que en la Santa Madre Iglesia no existe la OBEDIENCIA DEBIDA,
Con esto quiero decir que por pensar distinto no dejo de pertenecer al mencionado culto y tampoco reniego de Dios ni de la Virgen ni de todo lo que me atrae de mi religión como atraen los imanes a los clavos y a las alfileres: El AMOR AL PROJIMO
Amarás a tu padre y a tu madre, eso dicen los mandamientos.
Pero no especifican que dichos padres han de ser heterosexuales.
Porque por experiencia propia he vivenciado lo que significa ser padre y madre de mis cuatro hijos y por experiencia propia mi familia no ha dejado de ser familia por no contar con la figura paterna.
Y yo no he dejado de ser mujer por asumir un rol que, por circunstancias de la vida(no porque yo lo quisiera)me llevara a realizar actividades que socialmente están asignadas a los hombres.
Actividades como proveer de alimento a mis hijos, pintar las paredes de mi hogar, arreglar las tejas del techo de mi casa.

Se de electricidad y de plomería y de albañilería.
Y se de lucir tacos en mis zapatos y de maquillarme los ojos y de perfumar mi cuerpo y de amar a mis hijos con tanta intensidad que si me pidieran el corazón para vivir no dudaría en abrirme el pecho y entregárselos.
Así de simple y así de complejo para los fundamentalistas que no pueden abrir su mente y su alma a quienes como hermanos merecen ser considerados ovejas del redil que conduce el Nazareno.

NO ALCANZARON LOS REZOS DE LAS CARMELITAS.
No hubo caso.
Evidentemente los rezos de las carmelitas no alcanzaron .
Y entonces Jorge Mario supongo que a estas horas debe andar tratando de calmar su gastritis.
¿Por qué supongo lo que supongo?

Porque , dado los acontecimientos registrados en el Senado de la Nación debe estar comprobando que su aparato digestivo no ha podido resistir la indigestión producida por la sanción de una ley que nos iguala a todos como debe ser en un País que es democrático y laico.
Porque , ni el Lucifer cayó sobre quienes la sancionaron ni el Dios que es amor se prestó a sus egoístas solicitudes.
Es más, se hizo el sordo a tanta oración con fines “non santos”que solo tenían por fin dar satisfacción a un ego desmesurado de un Monseñor cegado por la vanidad y la soberbia.
Según parece ,el Espíritu Santo le hizo “pito catalán” a Jorge Mario y encendió la sala de sesiones del Honorable Senado con la luz de la Verdad despejando las tinieblas del error y la confusión con que este pretendía embaucar a la feligresía(en la que me incluyo) .
Siendo una niñita (mientras viví en Mendoza) concurrí a un colegio católico en el que las Esclavas del Corazón de Jesús me enseñaron que Dios es amor y que no tiene preferencias sobre sus hijos.
Porque todos sus hijos(homosexuales y heterosexuales) fueron creados por El a su imágen y semejanza.

Por otra parte y para ir cerrando este artículo que lo escribo con la felicidad que me produce todo acto de inclusión y de amor al otro que es nuestro prójimo me planteo que realmente el Monseñor y todos los que lo siguen en el discurso discriminatorio y contrario a las enseñanzas evangélicas deberían meditar que :
VIVEN gracias al aporte de los ciudadanos argentinos que sostenemos el culto católico.
Y que las Escuelasa Públicas se ven desmerecidas y hasta llegan a pasar necesidades porque lo que les corresponde es destinado a las Escuelas Confesionales.
Las cosas en su lugar y al pan pan y al vino vino.

Las monjas carmelitas, al parecer , tras el rotundo fracaso de sus oraciones y sacrificios(los solicitados por Jorge Mario) deben haber tomado conciencia que la solidaridad, el amor, el deseo de vivir en paz y sin confrontes ni divisiones discriminatorias son los únicos pedidos que el Señor Dios del Universo atiende.
No importa de quienes procedan dichos pedidos.
Porque para Dios todos somos iguales.
Y tenemos los mismos derechos.
Seamos heterosexuales.
Seamos homosexuales.

Hasta La Victoria Siempre

AMÉN.