Se habían retirado ya los alumnos y después de pedirle a Felipe el portero del turno mañana que me ayudara con la escalera utilizada para el trabajo que habíamos realizado ese día me encaminé hasta el despacho dela Dirección donde me esperaba Roberto Rivara el Inspector de área que había solicitado mi presencia.
Era su interés entregarme personalmente una serie de láminas que, desde la Dirección de Escuelas estaban haciendo llegar a los establecimientos y conversar sobre las actividades programadas en relación a la propuesta educativa y la postura que asumían los profesores del espacio curricular en relación al término ”CULTURA”
Respecto a este tema se había suscitado con la Directora un entredicho pedagógico que había culminado con una fundamentación escrita en la que intentaba ilustrar a la Directora que parecía no comprender o no querer aceptar el enfoque antropológico.
Es decir, no aceptaba que la propuesta y las actividades y la metodología a implementar giraban en torno a la CULTURA como conjunto de las actividades humanas.
En la propuesta elevada considerábamos cultura todo lo que el hombre hacía.
Desde allí trabajar la forma en que la dictadura militar había interpretado la cultura nos permitiría llegar a situarnos críticamente frente a la cultura del órden , de la sospecha y de la delación y de la desaparición de personas y de los secuestros y de los Centros Clandestinos y de la quema de libros.
Ya habíamos superado la etapa del diagnóstico de situación destinado a indagar si durante los años de escolaridad transcurridos la escuela había trabajado con los alumnos el tema de la represión la dictadura militar y la desaparición forzada de personas .
Los resultados daban cuenta que la mayoría de los alumnos no habían recibido información al respecto por parte de sus maestros o profesores.
El tema de las desapariciones forzadas y de las torturas y de los secuestros eran temas tabú en una escuela en la que .....
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