El Ministro de Educación Esteban Bullrich cree, como todo burro que no tiene idea de los que es la pedagogía , que la calidad educativa tiene relación directa con el concepto de evaluación que ,como es sabido es un proceso que permite establecer , en el proceso de enseñanza -aprendizaje los logros obtenidos por los participantes de dicho proceso, esto es de los alumnos y los profesores o de los alumnos y los maestros.
Realmente no entiendo como Alberto Sileoni que es un laburante de la educación puede darle crédito a este analfabeto (que ni siquiera sabe como se conjugan los verbos) y exponerse a la burla y tomada de pelo de los docentes que no me cabe la menor duda tomarán a risa esta “propuesta “ de evaluación a los trabajadores de la educación cuando quien debiera ser sometido a evaluación para el ejercicio del ministerio que ocupa es el mismísimo Bullrich quien, recientemente fuera representado con orejas de burro por un conocido medio de comunicación dada los escasos conocimientos demostrados para desempeñar el cargo que desempeña.
El Estatuto del Docente de la Pvcia de Bs As lo catalogaría como un personaje que carece de idoneidad para el desempeño del cargo y tras calificarlo con cuatro lo expulsaría del sistema hasta tanto de claras señales de su interés en perfeccionarse, capacitarse y convertirse en un ser digno de ejercer la docencia.
El tema EVALUACIÓN es un tema complejo que requiere ser trabajado de manera tal que permita debatir entre otras cosas la teoría del error.
Las “carencias” llamadas así por los “especialistas” no son tales ya que al evaluar se evalúa tanto al profesor como al alumno partiendo de ese concepto que establece que el alumno por su condición de tal tiene derecho a cometer errores sin que por ello los errores se constituyan en carencias porque se aprende a partir del error.
Yo creo que Sileoni debería dejarse de inaugurar seminarios con “referentes” que por ocupar o haber ocupado la cartera educativa no los determina como expertos en el tema.
Esto en razón de que son funcionarios de culo aplastado en la poltrona de sus despachos y que conocen la escuela “teórica” no la escuela “real” que es la que trabaja y vive el maestro a diario con sus alumnos.
Que se dejen de gastar nuestros dineros en boludeces que solo sirven para hacerlos creer que son los líderes de la educación cuando no se saben expresar, no saben hablar y se creen los adalides de la enseñanza.
¿Qué tal si los docentes evaluáramos previamente a quienes han de hacerse cargo del Ministerio Educativo para detectar las falencias de quienes una vez en el ejercicio de las funciones muestran la hilacha haciéndonos creer que saben mucho sobre el tema, y se atreven a orientarnos, dirigirnos y hasta medirnos en cuanto a rendimiento y son tan solo simples asnos con orejas largas que solo saben rebuznar una vez que aplastaron el trasero en el sillón de su despacho al que solo tienen acceso los chupaculos, obsecuentes y genuflexos del Sistema Educativo?
Hasta la Victoria Siempre
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