DE PARTO

(Gracias a la vida….que me ha hecho abuela)

Ya el plátano que crece cerca del portón de mi casa se ha llenado de brotes y los brotes (muchos de ellos) ya han estallado en pequeñas hojitas verdes.
Ya una de mis hijas y la redondez de su vientre de ocho meses también se abrirá en primavera para volver a darme la oportunidad que muchas de mis compañeras desaparecidas no pudieron tener.
Hago referencia a la oportunidad de ser abuela y preparar mis brazos para acunar a mi nieta y mi corazón para acariciarla y mis labios para entonarle canciones de cuna y mis manos para tejer pequeñas prendas que han de cubrir su pequeño cuerpo.
Porque ha de ser una nieta como el año pasado fue un nieto .
Hijos de mis hijos,que han de crecer a la sombra de los plátanos que crecen cerca del portón de cada casa de mi pueblo y jugar con las flores celestes de los jacarandaes y llenarse las manos con los azahares de los naranjales que crecen sin pedir permiso impregnando el aire de un perfume dulzón que se enlaza en las ramas de los nogales y de las madreselvas llevados por la brisa estival.
La vida me está besando en los besos de mis nietos que están llegando a esta vida que una vez supo de torturarme en los pozos clandestinos, señalarme como subversiva por militar en las villas como maestra villera y más tarde como profesora por aplaudir a los padres piqueteros de mis alumnos de la E.E.Media Nº 2 de Burzaco que acostados en las vías reclamaban por justicia .
Entonces , en este mi tiempo de hoy que milita con la calma y la sabiduría que traen los años ….recuerdo.
Recuerdo a Julio que desapareció aquel día y recuerdo a mis compañeras que nunca más regresaron a las aulas de las escuelas.
Y a los curas que nos traían naranjas y a mi compañera de celda allá en los Pozos de la Dictadura asesina.
Y recuerdo el ruido de las botas y de los borceguíes que subían por las escaleras del centro Clandestino de Detención y los operativos nocturnos que arrancaban niños de los brazos amorosos de sus padres .
Me detengo a mirar el vientre de mi hija, un vientre que ya lleva ocho meses y lo acaricio tratando de llegar hasta mi nieta que ha de llegar al llegar la primavera.
Y entonces inevitablemente pienso en la MADRES , esas mujeres que haciendo frente a los genocidas salieron a buscar a sus hijos y a las abuelas que sin medir las consecuencias salieron también a buscar a sus nietos.
La vida me dio la oportunidad de poder ser madre y abuela.
Y en esa oportunidad he podido sentir en la piel lo que cada una de estas mujeres debieron sentir ante las pérdidas que sufrían en aquellos perversos días en los que la inseguridad se vestía con el uniforme de la Patria
Entonces,una inmensa pena me llena el alma y hay congoja en mi corazón.
Porque he podido comprenderlas en el dolor que las hizo fuerte sintiendo lo que se siente siendo madre y siendo abuela.

Hasta la Victoria Siempre

MADRES DE LA PLAZA…...EL PUEBLO LAS ABRAZA