Rosendo Fraga entre el azar y el destino

Leer el artículo escrito por Rosendo Fraga en el diario La Nación me lleva inexorablemente a recordarle a este gorila amigo de los milicos y asesor del genocida Viola que Jorge Luis Borges, (del que se declara admirador ) fue un detractor del peronismo , de los peronistas y del mismo Perón que además intentó suicidarse (en mi pueblo cuando yo aún no existía) en una Hotel llamado “Las Delicias”porque al parecer la mujer a la que amaba no le daba bola.Frágil (evidentemente) y sin suerte para el amor Borges profirió aquella famosa frase que ha quedado como un resúmen de lo que fue su vida.
“HE COMETIDO EL PEOR DE LOS PECADOS QUE UN HOMBRE PUEDE COMETER….. NO HE SIDO FELIZ”.
Un hombre infeliz se declaraba Borges y no intervenía en su concreta interpretación de lo frustrante ni el azar ni el destino .
Porque Borges no pudo, no supo o se vio limitado en ese espacio particular del ser humano que es el espacio del darse al otro para unirse en eso que los seres humanos llamamos amor.
El espanto es la constante en su trayectoria amorosa y de ahí :”NO NOS UNE EL AMOR SINO EL ESPANTO”.
¿Un retruque a Rosendo? Posiblemente. Y posiblemente no solo un retruque sino un deseo profundo de desarmar un artículo en el que el resentimiento, el odio y la perversión se ajustan a la medida de los versos de los poemas de Jorge Luis.
¿Por eso lo menciona? Posiblemente.
Porque leyéndolo una puede percibir que el tipo navega por el mundo como si el mundo no tuviera para él las mismas leyes que para el resto de los mortales.
De polvo somos y en polvo nos convertimos. Borges, Viola, Rosendo y cuanto genocida torturador anda aún llorando en los juicios para zafar de recibir a la parca entre el espacio cerrado de una celda con barrotes y el trajecito a rayas que los sindica como asesinos.
¿Quién carajo se cree que es Rosendo Fraga para asumir que no está condenado a morir como todos los que venimos a vivir a este planeta?
¿Se creerá inmunizado a las enfermedades, a los flagelos que azotan a la humanidad ?
Desde esa soberbia que lo caracteriza puede dedicarse a rastrear los porcentajes de presidentes latinoamericanos aquejados de cáncer pero no puede seguir el derrotero de los gorilas muertos por obra y gracia de la locura, la soledad, el desamor y el olvido
¿Puede haber algo peor que finalizar la vida entre rejas, olvidado por el mundo y expuesto a que sus iguales celebren con vino cuando la parca para llevárselos a su reino los envuelve con su manto de muerte, soledad y espanto?
Un poeta que Rosendo descuida poéticamente expresa:”PORQUE VEO AL FINAL DE MI RUDO CAMINO QUE YO HE SIDO EL ARQUITECTO DE MI PROPIO DESTINO”
Ni azar ni destino.
Tan solo construcción de arquitecto.
La enfermedad de la presidenta es un imponderable.
Es cierto.
Como también es un imponderable que a Rosendo mañana la vida le gaste una broma y lo encontremos cantando:

De vez en cuando la vida
nos gasta una broma
y nos despertamos
sin saber qué pasa,
chupando un palo sentados
sobre una calabaza.

Hasta la Victoria Siempre