Así parecerían indicarlo los
síntomas de paranoia que se le escapan cada vez que abre la boca para
inducir a los lectores del diario “La Nación” a que vivencien que el fin del mundo ha llegado, que todo está
sumergido en el mismo caos que a ella la arrastra y que la única solución al
problema que su mente inventa sería comenzar a disputar una maratón hacia la
locura en busca de la demencia perdida en estos años en que poco a poco no solo fue perdiendo votos y credibilidad
sino que en forma proporcional fue adquiriendo fama de pitonisa fracasada al borde del suicidio político que le ha
dado vuelta la espalda y le ha bajado el dedo pulgar.
Sus incoherencias, su crónica predisposición a degradar a sus semejantes para lograr un
poco de atención , su compulsiva manía
de recurrir a fantasmas del pasado y su
desesperación por aferrarse a la idea
de la dictadura como tabla de salvación para no quedar sepultada entre la
escoria que poco a poco va cubriendo su actuación política, insisto, todos
estos actos o sucesos que la envuelven y circundan darían la impresión que desesperadamente corre en busca de la
demencia.
¿Por qué me sucede que
la percibo como una mujer desorientada que envidiosa de los éxitos de
otra mujer no ha de cesar en mostrar el lado oculto de su persona
que fluctúa entre la perversión
y la ridiculez de su
discurso para confirmarse como demente
y salvarse así del escarnio público que ya le pisa su abultado trasero .?
Ya sus incongruencias verbales dan lugar a la sospecha de que
algo sucede en su azotea.
Manifiesta tener un pie en el sistema político y un pie como
ciudadana.
Esta afirmación desbordaría (a mi opinión) los parámetros de
la normalidad en los que interactuamos
ya que un sistema político está formado por agentes, instituciones, y
actores(entre otros) que involucra a los sujetos en los procesos de decisión .
Y estos sujetos no dejan de ser ciudadanos sino que son
ciudadanos que habilitados por el
pueblo en las urnas a través de la
política obtienen los objetivos que sus Proyectos plantean en el marco de la democracia no de la
dictadura.
Tal vez me equivoque pero creo que el problema crónico de Elisa María Avelina Carrió
es que siempre ha jugado sucio embarrando y enlodando a quienes se mueven dentro de una ley que
ella desconoce.
La ley de los principios éticos por mencionar algunos y la ley
de coherencia entre los actos y las palabras que salen de su boca siempre dispuesta a escupir veneno
Creo que estamos frente a una perdedora que no puede elaborar
la terrible vergüenza de su propia degradación.
Elisa María Avelina Carrió ¿va con desesperación hacia la demencia?
Después del 7 D lo sabremos.
Esperemos que no apele al suicidio porque sería un tristísimo
espectáculo verla inmolada por su aparente soberbia que es solo la máscara tras
la que se oculta su inseguridad y su frustración como política.
Hasta la Victoria Siempre
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