martes, 4 de junio de 2013


CON MUCHA BRONCA

Carlos Reutemann  embestido por un toro hembra

Para mi , Carlos Reutemann siempre fue el eterno segundón. Un tipo parco, sin gracia  y que siempre llegaba segundo o porque se le quedaba el auto o porque que se yo que le pasaba.

Es mi opinión respecto de este sujeto que  a falta de cojones  se vale  de la palabra escrita en el espacio que le facilitan en el diario de los Mitre para hacer gala de un machismo repudiable  como lo es el agredir  con frases despectivas a una mujer que resulta ser la Primera Magistrada.

Y personalmente  me molesta, me da asco, me repugna ,cuando un tipo  ataca, acosa y denigra a una mujer.

¿Por solidaridad con mi género?, tal vez.

Y ocurre que no puedo quedarme  con la bronca adentro cuando se castiga, se golpea, se trompea ,se lastima verbalmente a una fémina que podría ser yo o cualquier otra fémina víctima de este viejo segundón estropeado por los años.

¿Por qué mi reacción?

Pues porque este anciano fracasado definió a una mujer(exactamente a nuestra Presidenta) como “Un toro que baja la cabeza y embiste al torero”

 Y al hacerlo,su tremenda ignorancia, su  asquerosa comparación me llevó a la imagen del toro , ensangrentado, aterrorizado, torturado que es tal como sale al ruedo, demostrando una furia que no es furia sino que es el resultado de la agresión brutal y despiadada a la que ha sido sometido previamente para que  divierta al público .

Mientras más  peligroso  el toro, más lo castiga el torero  dejándolo chorreando sangre

Y entonces sucede que por puro instinto, EL TORO AGACHA LA CABEZA Y EMBISTE AL TORERO PARA DEFENDERSE DEL ASESINO  que le está perforando los pulmones con la pica.

Herido y débil el TORERO DEMUESTRA SU VALOR  rematando al toro y completando así la sádica diversión

Si este tipo no fuera tan lameculo de  quienes lo hacen sentir “estrella” podría discernir que el toro cuando sale al ruedo lleva la cabeza en alto y erguida en señal de valor  y dignidad y que unicamente torturándolo, desangrándolo,  descuartizándolo el asesino puede hacerle frente.

Necesita  asegurarse que el toro no puede lastimarlo.

Porque es un timorato.

Un cagón.

Un pobre ser humano que necesita  tener a su víctima en inferioridad de condiciones para poder sentir que es VALIENTE

Carlos Reutemann, eterno segundón, te contestaremos cada vez que abras la boca  para denigrar al sexo opuesto

Y tal vez así aprendas a cerrar el culo antes de dirigirte a una mujer sin el respeto y la consideración que se merece

Hasta la Victoria Siempre

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