LA RESPUESTA

¿QUÉ LE DIRÍAS A LA PRESIDENTA?



El viento de la mañana sacudía las ramas del limonero y el jazmín amarillo se enroscaba con las ramas del jazmín celeste
Era una competencia de perfumes y de flores con la madreselva que trepándose al tronco del plátano espiaba desde las alturas los nidos de los gorriones que en febrero anidan en el alero de mi casa.
Los angelitos de aluminio movían sus alitas al compás del viento que al chocar con los redondeles de lata tintineaban anunciando lluvia.
Es una casa colonial mi casa y tiene como las casas coloniales rejas coloniales y una terraza colonial con baldosas coloniales.
Y que de tan viejas están llenas de agujeritos, que son como pequeñas cunitas labradas por el tiempo en donde el agua de la lluvia se estanca cada vez que la lluvia se descarga sobre mi pueblo.
Adrogué el pueblito del conurbano que huele a fresias y a jazmines y que también huele a mierda.
Y en el que una vez habitara Conce mi vecina que había nacido en España y que de tanto extrañar a su España un día me dijo adiós y se fue a morir a su España.
Y en el que mi vecina Beba esperaba el regreso de su hijo (que nunca mas regresó)sentada en la vereda de su casa.
Y en el que mis compañeras un día no aparecieron nunca más por la escuela .
Y en el que hay una Comisaría que funcionó como Centro de Detención Clandestina.
Y en el que fui secuestrada y en el que sigo viviendo porque en este pueblo que huele a fresias y a jazmines y que también huele a mierda están mis raíces
Y está mi espera y mi esperanza de volver a abrazarme con mis compañeras que una vez hace ya mucho tiempo se fueron y no regresaron .
Porque las secuestraron , porque las desaparecieron.
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A este pueblito y a esta casa en la que habito llegó una pregunta ¿QUÉ LE DIRÍAS A LA PRESIDENTA?
De la JUNTA DIRECTIVA CASAL ARGENTINA para 2007.maria.maria@gmail.com

¿Qué le diría?

Le diría que tenga la plena y total seguridad que quien intente sacarla del lugar en el que el pueblo la puso tendrá que vérselas conmigo.
Y con todas las mujeres que al igual que yo defenderemos aún con nuestras vidas el ilustre sillón de Rivadavia que dignamente y con valor y decisión ocupa.
Porque esta mujer valiente y sin pelos en la lengua es una mujer capaz de llevar el País adelante pese a las piedras y a los palos que los gorilas y conspiradores ponen a diario en el camino que camina.
Que no está sola.
Que haga oídos sordos a la injurias de los rencorosos envidiosos que prefieren ver caer el País a admitir que una mujer puede guiarnos hacia donde el pueblo quiere ser guiado.
Que sabemos que lo que está en juego es un País para todos o un País para unos pocos.
Los pocos que han de llevarnos a la quiebra, a los pozos, a la desolación y a la muerte.
Y que han de insistir en lograr lo que siempre han logrado….DESAPARECERNOS
Que siga, que no se detenga.
Han de sentarse en el sillón de los acusados los genocidas y han de responder por los crímenes cometidos los perversos torturadores que nos torturaron en los pozos.
Han de volver a lo brazos de sus abuelos los nietos que no aparecen
Y han de regresar para descansar en las tumbas los muchos compañeros que desaparecieron.
Y han de volver a este suelo los muchos hermanos que partieron.
Y que extrañamos
No la voté es cierto.
Pero también es cierto que voy a acompañarla y conmigo la acompañarán todos aquellos que queremos un País con Justicia y con Memoria y con un Camposanto .
En el que finalmente descansen en paz los compañeros que lo genocidas asesinaron.
Y en el que podamos poner una flor .
Y llorar una lágrima

Para NUNCA MÁS morir en la espera de las esperas de un regreso sin regreso.

Ha llovido, intensamente.
El patio de mi casa se ha cubierto de florcitas celestes y un aire con perfume a jazmín se ha entrado por la ventana de mi casa colonial con rejas coloniales y con terraza colonial y baldosas coloniales.
Desde Adrogué el pueblito que huele a fresias y a jazmines y que también huele a mierda.
Mientras cae la tarde y mientras la noche se insinúa en mis líneas,
A ustedes hermanos en el exilio de un País que aún no deja de sangrar por esa herida profunda que dejaron las ausencias y los tiempos y los desaparecidos y los que desesperan en la espera de los regresos de los que no regresan.

Profesora María Cristina Saborido
Ex –detenida –desaparecida
Pozo de Banfield Quilmes
Julio/ 77