martes, 21 de diciembre de 2010
Memorias de una profesora "subversiva":Cuando era una niñita
Nací una madrugada de otoño.
Hacía frío y nevaba el día en que vine al mundo y tuve una infancia como la tienen los niños de los pueblos crecidos entre las montañas.
Siempre al atardecer me entretenía mirando hacia la cordillera.
Y me encantaba presenciar el momento justo en que el sol se despedía de la tarde y despacito, entre colores amarillos y rosados se iba escondiendo.
Me quedaba ahí, mirando, adivinando hacia que lugar se iba el sol.
No me lo imaginaba durmiendo después de toda una tarde en el cielo.
No, me lo imaginaba caminando hacia otros pueblos, llevando su calor y sus colores de invierno, o de otoño o de primavera o verano.
Un andariego, un ciruja.
Como yo.
Después cuando ya no lo veía, entonces recién ahí dejaba de mirar hacia las montañas.
Era una extraña sensación la que me invadía porque empezaba a extrañar al sol que se había desaparecido detrás de la cima blanca de esos gigantes que formaban la Cordillera de Los Andes.
Siempre para mi, las cimas....
domingosderesistencia.blogspot.com
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