jueves, 3 de febrero de 2011

Memorias de una profesora"subversiva":"Escrache a funcionarios educativos"






Vendaron mis ojos para dejarme ciega
Amordazaron mi boca para dejarme muda
Lastimaron mi cuerpo para oir mis lamentos
Pero, sobreviví al horror y no me doblegaron
Han pasado los años y continúo en la lucha.
Resistiendo y recordando para que mis recuerdos se hagan memoria
En los que no tienen Memoria
Testigo de los hechos.
Pido justicia
También pido respuestas.

Yo trabajaba en el año 2006 en el Polimodal Nº 2 de Burzaco como profesora de Derechos Humanos y Ciudadanía cuando Jorge Julio López desapareció, cuando se lo tragó la nada.
Han pasado casi cinco años y será porque la búsqueda que se ha iniciado para dar con sus huesos o con lo que ha quedado de él, (según lo que informan los medios)han despertado sensaciones y recuerdos dormidos en lo más profundo de mi alma es que vienen hacia mi (como vienen las hojas del plátano hacia las baldosas del patio de mi casa o como vienen hacia el ventanal las flores de la Santa Rita que insiste en treparse por entre las rejas coloniales.), recuerdos, muchos recuerdos de aquellos tiempos de amenazas y agresiones y policías dentro y fuera de mi casa y acoso por parte de las autoridades educativas de la Pcia de Bs As que confiando más en sus alcahuetas Directoras e Inspectoras del servicio educativo en el que yo trabajaba en lugar de protegerme montó una verdadera cacería en la que como un animal fui tratada, menospreciada , injuriada y acosada.
Después de tantos años me percato que los DERECHOS HUMANOS eran entonces algo así como un libreto que se repetía en las aulas sin profundizar y sin tomar conciencia de lo que significaba la desaparición de un hombre y lo que representaba para nuestra Historia que los Genocidas que nos habían torturado y desaparecido recibían la condena que merecían por sus asesinatos y por los asesinatos de tantos compañeros y compañeras que aún hoy seguimos buscando.
Posiblemente las cosas hayan cambiado.
El tiempo suele obrar ese milagro pero dudo que aún se tome dimensión de lo que significó el juicio en el que el hijo de puta de Miguel Etchecolatz fue condenado yendo a parar a la cárcel porque un albañil con su testimonio lo había hecho posible.
Fueron tiempos muy difíciles para mis hijos y para mi porque las amenazas y las agresiones se sucedían como se suceden los días y las noches.
Y no encontré solidaridad sino prejuicios.
Y no encontré comprensión sino condena.
Por eso tal vez cansada, hastiada(pero no rendida) tomé aquél día la decisión de irme a La Plata para empapelar con mi VERDAD la Dirección de Educación y Cultura de la Pcia de Bs As que en aquellos tiempos hipócritamente tenía una chapa de bronce en recuerdo de los maestros desaparecidos mientras perseguían y desconfiaban de una ex –detenida creyendo a las lameculos de la Directora Stella Santoro y de la Inspectora Luz Pompeya Serial llegando a avalarlas para que me declararan en PROFILAXIS.
Las muy soretas pensaban que las amenazas contagiaban y que yo podía contagiarlas y contagiar a la comunidad educativa de la escuela.
Lo que no se imaginaban las autoridades educativas , lo que no se imaginaban los funcionarios es que yo fuera capaz de hacer lo que hice.
Lo que hice lo hice con la ayuda de cumpas que al igual que yo hacían de la lucha y de la resistencia una forma de vida y de trabajo educativo.
Me había llevado un pequeño afiche blanco(que es el que acompaña este artículo) en el que sintetizaba lo que me ocurría como docente dependiente de la Dirección de Escuelas y como ciudadana ex –detenida desaparecida.
Y que pude fotocopiar sin pagar un centavo porque la solidaridad y el acompañamiento de los cumpas centuplicaron aquella protesta que fue pegada totalmente en las paredes de los despachos funcionarios y en los pasillos y con la autorización del personal de custodia policial que creyéndose el cuento de que veníamos de parte del gobernador nos ayudó a realizar la pegatina.
Recuerdos, tal vez dormidos o tal vez encerrados para permitirme seguir luchando a través de la fuerza que me imprimen desde siempre.
No se si Julio será encontrado, no se si algún día sabremos lo que fue de él .
De lo que estoy segura es que hasta el último de mis días mi voz se alzará para denunciar lo ocurrido para que NUNCA MÁS la desmemoria anide en la aulas de la escuela argentina y para que la verdad de los hechos llegue a los alumnos a través de quienes sobreviviendo al horror protagonizamos la Historia y que como maestros y profesores les entregamos como legado y como bandera de una lucha que no debe jamás claudicar.
Por la JUSTICIA
Por la VERDAD
Por la MEMORIA

Hasta la Victoria Siempre

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