Según lo que se cuenta y lo que aprendí con mis cumpas curas (los que por seguir a Cristo y divulgar su mensaje de esperanza y paz fueron desaparecidos en tiempos de la dictadura), San Cayetano solía predicar que en las Iglesias se le rendía homenaje a Dios pero en los hospitales los hombres encontraban a Dios.
Y también en las villas y en los barrios pobres y en las calles y en las plazas y en todos los lugares a los que seguramente el cardenal no concurre como debería hacerlo un pastor que cuida a sus ovejas.
Empeñado en confrontar con los que gobiernan y empeñado en desprestigiar todos los logros que como sociedad vamos consiguiendo este cura no tiene reparos en utilizar una celebración tan ligada a las raíces del corazón de los cristianos para aprovechar (no solo su sotana y su posición dentro de la Iglesia ) como instrumentos al servicio del mal y de la hipocresía despertando sentimientos negativos de quienes con devoción se acercan al Santo para pedir por trabajo.
Porque mal que le pese a Bergoglio San Cayetano es el patrono de los que se rompen el culo trabajando y de los que aspiran a poder romperse el lomo de sola sol porque hay esperanzas de un País más justo y equitativo que va saliendo del laberinto oscuro en el que como pueblo estábamos sumergidos
Que justamente son los que no bajan los brazos y los que no pierden la esperanza y que piensan que en este País vale la pena luchar por el pan y por el bienestar de los hijos.
Cosa que este cura no hace porque, en primer lugar no tiene hijos y en segundo lugar porque es un mantenido por el estado que es quien le lleva el pan a la mesa.
Es decir que vos, yo y tantos otros argentinos aportamos para que el Monseñor en lugar de agradecer se las pase pontificando sobre lo que los otros deben hacer y que justamente no es lo que el hace.
Es decir has lo que yo digo pero, no lo que yo hago que, justamente es dar muestras de lo que puede hacer un mal pastor preocupado más por la pelea, la confrontación antes que por la conducción de su rebaño.
Respecto a que vivimos en una cultura cada vez más pagana yo me planteo quien es más pagano si un Monseñor que predica distorsionando lo que realmente nos ocurre como Nación y como pueblo o nosotros que con humildad no llegamos hasta el Santo para pedirle por el pan nuestro de cada día y agradecerle entre otras cosas:
Por vivir en paz.
Por pertenecer a una tierra en la que ya no corre sangre
Por poder dormir sin sobresaltos en nuestras camas sin el temor de que asesinos uniformados avasallen nuestros hogares secuestrando a nuestros hijos.
Hasta la Victoria Siempre
AMÉN
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