La misma orquesta para el otro baile de MARTÍN LOUSTEAU

(Para lectores del diario de La Nación Argentina)

Martín Lousteau, el ruludo ex –Ministro de Economía ha demostrado ser un experto seductor de mujeres embarazadas, un fanático de los rulos de su peinado al estilo “Calculín”, un despechado que respira por la herida y muchas cosas más. Cambia de novia como de camiseta y cree que tales virtudes le alcanzan para escribir incursionando en un tema como el musical del que se vale para intentar dejar mal parada a la presidenta de la que otrora fuera fiel servidor.
Para mi, un chapucero un tipo que se las da de galán pero que cuando tiene que dar la cara se esconde como las cucarachas , corre como las lagartijas y esconde la cabeza como el avestruz dejando las plumas del culo al aire creyendo que así se esconde y pasa desapercibido
Nadie se ha de dar cuenta de que soy un cagón y temeroso ser humano que tiembla cuando la brisa bambolea mi ensortijada cabellera.(me imagino piensa Martín , el bailarín )
Además es un ignorante que da cátedra de temas que no maneja porque si se bajara un poco del pedestal de la soberbia en el que se ha entronizado como un prócer en el bronce podría darse cuenta o al menos pensar que las orquestas interpretan distintas piezas musicales sin cambiar de intérpretes porque resultaría apocalíptico que terminado un andante o un allegretto los músicos se pararan, dejaran sus instrumentos y dieran lugar a la entrada de otros músicos para continuar con la interpretación de la pieza musical.
Una locura elucubrada por una mente estéril y desconocedora de lo que es la armonía, el solfeo, el ritmo y la composición musical.
Ni siquiera creo yo que sabe diferenciar una clave de sol de una clave de fa y menos aún interpretar las partituras siguiendo el ritmo marcado por los compases.
El ruludo Lousteau debería informarse antes de meterse con un tema que no le cabe.
El auditorio de un teatro en el que se representa una obra es permanente mientras se interpreta la misma y el auditorio no se para en medio de la función para irse antes de que termine la interpretación . Ergo ,el auditorio siempre es el mismo para la misma obra y con los mismos músicos e intérpretes.
Lo que también Lousteau desconoce y que da lugar a que el término IGNORANTE le calce como anillo al dedo es que las orquestas son dirigidas por un director que es quien tiene la responsabilidad de llevar adelante la interpretación de la pieza y que conoce a la perfección la partitura de cada uno de los integrantes de la orquesta que el conduce .Es más, el director cumple una función clave en la orquesta sinfónica e inclusive en la formación musical.
No me imagino a famosos directores de orquesta como; Leopold Stokowski, Arturo Toscanini, Herbert von Karajan, Eugene Jachem, Wilhelm Furtwngler(solo por mencionar a alguno de los muchos que han pasado por nuestro Coliseo y los Coliseos del mundo) imposibilitados de percibir a sus músicos como tales y hasta resulta gracioso y también ridículo que el amante fracasado afirme que un director de orquesta envidia a sus músicos al punto de ser el simultáneo intérprete de los distintos instrumentos.
No puedo(por más que me esfuerzo) imaginar a cualquiera de los artistas antes mencionados ejecutando en forma simultánea violines, tubas, trompetas, trombones, clarinetes, pianos, arpas….porque no solo le resultaría imposible por tener como cualquier mortal dos manos sino porque su función es la de tomar la batuta y con ella orientar, dirigir, y llevar a feliz término la interpretación de la pieza musical en su conjunto.
Es tan burdo lo que escribe en el diario La Nación bajo el título de:”La misma orquesta para otro baile” que me tomo el trabajo de tomarle el pelo porque la verdad sea dicha uno puede agarrarse de los muchos rulos que adornan su testa para sentarlo frente al atril de la vida y enseñarle a interpretar la melodía de la existencia no como el la imagina sino como realmente se da en el ámbito musical.

ZAPATERO A TUS ZAPATOS, y no seas IGNORANTE y menos aún intentes darnos clases de música a los que hemos hecho del arte una forma de expresión del ser humano hacia sus semejantes.

Hasta la Victoria Siempre.