sábado, 25 de junio de 2011

El día en que Carlos Reymundo Roberts se la pasó llorando




(Se solicitan pañuelos porque está desconsolado)


De no creer, pero Carlos Reymundo Roberts lloró, no se si lágrimas de cocodrilo pero el mismo así lo afirmó y así lo difundió por la cadena nacional de la prensa gorila en donde siempre encuentra un lugarcito para practicar sus dotes de payaso o de fisgón (según como venga la mano).
Le temblaron las piernas, entró en estado de emoción profunda y no pudo más que divulgar y aplaudir que la revolución que nosotros la generación del 70 iniciamos encontró posta y levantó las banderas de la justicia, de la igualdad y de la inclusión.
Demasiado para Carlos Reymundo Roberts, demasiado para su hígado, demasiado para sus neuronas cerebrales y demasiado para su eterna vocación de agorero que vive a costa de la burla y el menosprecio de quienes lo superan en inteligencia, en valor y en decoro.
Como le encanta histeriquear, como no soporta las tensiones como su espíritu de macho en decadencia se le anima a una mujer de la que da muestras de estar prendado (¿Qué otro motivo justificaría que le dedicara todo su tiempo de escribiente y la siguiera y persiguiera con sus arrebatos de hombre inmaduro?)al parecer se ha sentido menospreciado porque se desayunó con la noticia que todos sabíamos menos él….porque por ser payaso se olvida que el que mucho abarca poco aprieta.
Y el pobre Reymundo Roberts no puede con su trabajo de informar y de hacer las payasadas que lo muestran como un pobre ridículo que al parecer tiene las bolas de adorno….como las del arbolito de Navidad .
En fin , me divierto cuando leo a estos escribientes que quieren ser lo que no pueden ser y hacen papelones.
Quiere ser periodista y resulta que es payaso, quiere ser payaso y resulta ser un fisgón, quiere ser un fisgón y resulta que es un bobalicón del que no solo se burlan los argentinos que viven en este país que lo contiene como ciudadano sino que además queda como un inexperto egresado de vaya a saber que Universidad que le entregó un título para payasear y no para informar.
Allá el, que siga llorando, que le sigan temblando las piernas, que siga perdiendo el tiempo que mientras el desperdicia su vida arrastrándose por unas monedas nosotros cantamos y vivamos la fórmula que ha de triunfar en las próximas elecciones.
Y si, Carlos Reymundo Roberts, mal que le pese a tu alma de gorila triunfaremos.
Hasta entonces sería bueno que empieces a conseguir trabajo en algún Circo así al menos dejás de llorar y usás las piernas (más que para temblar….cobardón y pusilánime)para empezar a correr porque de seguro la cadena nacional de prensa te ha de cortar el chorro y en una de esas te quedás sin laburo.
Lo tendrás merecido
¿No te parece?

Hasta la Victoria Siempre

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