martes, 14 de febrero de 2012

Las Malvinas son argentinas, mal que le pese a Luis Alberto Romero



Como fui Regente de Estudios de la E.E.M.Nº 12 José Luis Romero(familiarmente en el pueblo conocida como “La Alcoholera”, porque en el lugar funcionaba anteriormente una destilería) guardo lazos de amistad con profesoras que trabajaron conmigo en aquella época de comienzos del 2002 y justamente hoy recibí un mail de una ex –compañera con un artículo que le publicaba el diario gorila La Nación a Luis Alberto Romero hijo de José Luis .
No se por que vino a mi memoria el escandalete que se armó entre mis compañeras de equipo de conducción cuando manifesté que José Luis Romero había sido el Interventor de la Universidad de Bs As nombrado por la fusiladora.
Después de tanto tiempo y habiendo podido tomar distancia de lo ocurrido creo que como mis “compañeras” de equipo de conducción eran de lamer los ojetes de las jerarquías educativas la cosa toma sentido o al menos explicación.
Yo solo había dicho mi verdad pero, el silencio era salud en el establecimiento y plantear el revisionismo era una falta disciplinaria que se castigaba con la denuncia y el sumario.
No había tu tía.
Pero , puedo dormir tranquila . Nunca bese culos ni me tiré como alfombra para ser usada como tapete a fin de que me dejaran de joder. A mi manera y desde mi capacitación universitaria hice frente a estas canallas que vivían alimentándose de los chimentos que circulaban por los pasillos de La Alcoholera.
Volviendo al tema del artículo escrito por el hijo de José Luis Romero.
En primer lugar creo que el susodicho está muy equivocado.
El gobierno no acaba de convocar a la Unidad Nacional por las Malvinas. Los treinta años del aniversario del conflicto armado que le costara la vida a nuestros jóvenes nos ha convocado.
Se han movido los recuerdos dormidos y las cruces que señalan los lugares en el que descansan nuestros hijos, novios, esposos, amigos, hermanos , se han levantado en nuestra Memoria para pedirnos que no nos olvidemos que quienes murieron lo hicieron porque estaban convencidos que luchaban por una pedazo de nuestra Patria no por una “HERMANITA PERDIDA” como desfachatadamente y con total falta de respeto al sentir y dolor de los deudos de las víctimas las ha designado Luis Alberto Romero.
¿Un provocador? No se, tal vez así resulte a la concepción de quienes decodifican los términos despectivos con que hace referencia a todo lo que actualmente circunda el tema Malvinas.
¿Un revival?
Tal vez así lo sea para este historiador que como bien especifica el diario de los Mitre es miembro del Club Político Argentino pero, aclaremos que la Guerra de Malvinas no fue una temática, tampoco un elemento artístico en el que el señor Luis Alberto Romero la quiere encasillar.
¿El motivo?
Vaya uno a saber los intereses políticos que llevan a un historiador a tratar de poner en duda lo que para todo un país es un sentimiento arraigado y legado de generación en generación.
Animarse a preguntarse sobre un tema que se halla incorporado en el colectivo social utilizando la pregunta o los signos de interrogación para poner al descubierto un pensamiento que deja de ser de investigación histórica para transformarse en un instrumento de descalificación para los protagonistas que en su momento actuaron los acontecimientos que se recuerdan en su treinta aniversario, (a mi opinión) resulta una agachada, un acto de desvalorización hacia quienes quedaron atrapados por la muerte en una tierra argentina usurpada por piratas y ladrones ingleses.
Respecto a la cátedra que pretende dar a través del artículo en cuestión quisiera decirle al historiador que se baje del pedestal de soberbia en el que se ha ubicado para de esa manera interpretar con objetividad los hechos acaecidos que tras treinta años reclamamos sabiendo que las Malvinas nos pertenecen.
Me he extendido demasiado.
Las heridas que deben cerrarse no son las de los isleños que se alimentan de algas marinas.
Las heridas que deben cerrarse son las que aún sangran en el corazón de los deudos de quienes jamás regresaron a los brazos amorosos de sus seres amados.
¿Un hombre frío, calculador, provocador? No se ni me interesa. Solo me importa hacerle saber que antes que historiador debe ser un ser humano y que ese ser humano debe aprender a respetar los sentimientos de un pueblo y de quienes vivieron los terribles días que fueron aquellos días de la Guerra de Malvinas.
Las Malvinas son argentinas.
Mal que le pese al señor Luis Alberto Romero, a su labia, a sus interpretaciones y a sus conclusiones sin un sentido lógico que nos lleve a deducir que es hijo de ese hombre cuya casa una vez no hace mucho quise adquirir en mi pueblo y en la que un simple cartelito alertaba al caminante que en esa casa había vivido José Luis Romero,.
El Interventor de la Fusiladora cuyo nombre es referencia de la E.E.Media Nº 12 (La Alcoholera) de la que fui Regente de Estudios Pedagógica

Hasta la Victoria Siempre

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