lunes, 22 de agosto de 2011

El diario LA NACIÓN intercede por los genocidas




¿Pacificarnos con quién? ¿Reconciliarnos con quién?


Leía yo en esta madrugada el diario La Nación.
Lo hacía porque cuando la desfachatez se expone en forma descarnada como ocurrió con el mencionado diario en su editorial del día lunes ,algo dentro de mi se rebela ante los mensajes solapados de quienes son tan cobardes que esconden sus intenciones en mensajes que intentan disimular sus inmorales deseos de interceder por los delincuentes terroristas que como Videla se pudren en la cárcel y esperan que la parca los venga a buscar para liberarlos del yugo de los barrotes
Y no se por que me remiten a Bergoglio pidiendo por la RECONCILIACIÓN o a la Alfano acostándose con Massera o a Aldo Rico embetunándose la cara para esconder (al igual que sus seguidores) su corbadía.
Retomando el tema ,
El autor de lo publicado en La Nación (que no se da a conocer)habla de dogmatismo faccioso en relación a la historia y su ¿reconstrucción? basando la interpretación de ese dogmatismo como algo necesario para la pacificación y la reconciliación.
En primer lugar bueno es recordarle al diario de los Mitre que la palabra dogmatismo que implica la tendencia a afirmar que una cosa es cierta cuando en realidad es discutible no puede ser aplicada al contexto al que intentan aplicarla.
Esto en razón de que los asesinatos, las desapariciones forzadas, los delitos de estos cobardes hijos de puta son ciertos , son seguros, son verdades que no se discuten porque no puede discutirse ante la evidencia desoladora que dejó el terrorismo de estado con el que estos inmorales milicos pretendieron hacer desaparecer a una población que les hizo frente .
El diario en cuestión solapadamente, lo que pide es simple y llanamente la liberación de quienes cometieron delitos de lesa humanidad bajo el pretexto de que es necesaria la pacificación y la reconciliación.
Y al igual que con Bergoglio les pregunto a los dueños del pasquín golpista.
¿Reconciliarnos con quién o con quienes?
Convivir en paz con quién o con quienes.?
¿Con los que nos torturaron, violaron, desaparecieron, secuestraron, amordazaron, tabicaron, picanearon?
Unicamente mirando hacia el pasado y lo ocurrido en ese pasado es que podremos algún día convivir en paz y reconciliarnos si la JUSTICIA cae sobre estos genocidas malparidos con toda la fuerza de la ley.
La paz social solo se logra con justicia y dando a cada cual lo suyo.
A los asesinos la cárcel y a sus amigos, colaboradores y lacayos lameculos el escrache, el señalamiento para que NUNCA MÁS se atrevan a proceder con el pueblo como estos malditos lo hicieron en ese pasado que el diario La Nación pretende olvidar .
No se trata de confrontar, cuando un compañero desaparece quien o quienes lo buscan no confrontan sino que piden justicia.
Cuando un nieto no aparece quienes lo reclaman no confrontan ni proceden guiados por el odio , simplemente buscan se les regrese lo que les pertenece.
Claro que la paz social es necesaria pero antes es necesario que quienes llevaron al desequilibrio de la sociedad y de lo social hablen, den cuenta de sus acciones y rompan ese pacto de silencio con el que encierran a los 30.000compañeros que no aparecen y a los tantos nietos que ignoran su verdadera identidad
Que no vengan estos cómplices de los dictadores a darnos una perorata sobre lo que debemos hacer los ciudadanos.
Hemos aprendido a darnos cuenta que podemos vivir en paz si los genocidas están entre rejas, si la justicia los condena y si los diarios lameculos del poder hegemónico son desenmascarados en sus repugnantes intenciones que a no dudar esconden como entonces las intenciones de derrocar a los gobiernos democráticos para así someternos y hacernos sentir el poder de los que se creen más fuertes sobre los que creen débiles.
Hemos aprendido .
El aprendizaje nos costó 30.000 compañeros.
Que el diario La Nación, sus periodistas y obsecuentes lacayos cierren el culo.
La Historias la hacemos quienes hasta el último de nuestros días miraremos hacia atrás para lo ocurrido en este País no vuelva a repetirse.

Hasta la Victoria Siempre


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