lunes, 8 de agosto de 2011

EL milagro de San Cayetano




(Bergoglio tomó conciencia de que es un “ñoquis y un vividor”.)

Y pidió para que se acaben.

Al menos eso entendí yo cuando ,ante una multitud que como todos los años veneraba a San Cayetano pidió por un cambio interior para acabar con las sanguijuelas
¿Se habrá dado cuenta el monseñor que mientras él y los otros cuervos viven de arriba pasando la panera en las misas de los domingos y recibiendo jugosas sumas del Estado viviendo sin el menor esfuerzo y sin romperse el lomo como cualquier ciudadano que necesita laburar para aportar el pan a la mesa familiar, los demás integrantes del pueblo deben sudar para obtener el alimento que han de llevar a la mesa?
No se.
Al menos mi viejo me enseñó que a los hombres que no trabajan se los llama VAGOS, HOLGAZANES y a los que van a cobrar a fin de mes sin haber ido a trabajar se los llama ÑOQUIS
Y que decir de los que son MANTENIDOS
A esos mi viejo los llamaba VIVIDORES
Al fin San Cayetano obró el milagro de hacerle comprender al monseñor que no se puede pasar por este mundo escupiendo la mano que le da de comer, despotricando contra quien le paga un sueldo y lo mantiene y fundamentalmente creo que el Santo Patrón del trabajo y los trabajadores penetró con su luz en el cerebro de este cura que se vale del púlpito y del respeto que un monseñor inspira en la feligresía(por su calidad de referente social) para criticar solapadamente al gobierno,aprovechando la oportunidad de una convocatoria religiosa para incitar a la población a través de un discurso para nada religioso pero decididamente político y tendencioso
En fin, San Cayetano realizó el milagro .
Bergoglio admitió que es un ÑOQUIS y que es un VIVIDOR y eso ya es más que suficiente.
Admitir esto implica sincerarse con la feligresía para que la misma esté al tanto de que ,por ejemplo, las parroquias no pagan impuestos inmobiliarios, tampoco pagan tasas municipales, tampoco pagan el agua que consumen ni pagan impuestos a las ganancias.
Las cosas en su lugar .
Y para que hablar de los sueldos que estos servidores del Señor del Cielo cobran en la tierra en la que vivimos como mortales.
Dejemos las cosas ahí y que nuestros corazones se llenen de alegría ante el Milagro ocurrido en el día de San Cayetano.
Bergoglio pidió un cambio interior para que se acaben los "ñoquis y vividores".
Y yo creo que Dios lo escuchó o al menos lo puso en evidencia.

Hasta la Victoria Siempre

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