
Leía yo el artículo¿"Un bebé montonero”? que el periodista Pepe Eliaschev supuestamente para enlodar al Jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina escribía en el diario Perfil.
Y entonces como el mencionado resalta que Fernando Abal Medina(tío de Juan Manuel)fue uno de los montoneros que concretó el secuestro de Pedro Eugenio Aramburu haciendo aparecer a este milico como un pobre mártir frente a los ojos de los lectores, sentí la necesidad de intentar poner las cosas en su lugar y dejar que quienes tengan acceso a mi versión saquen sus propias conclusiones.
¿Por qué lo hago?
Es simple.
Mientras fui maestra y mientras trabajaba en la localidad de Longchamps compartí mis jornadas laborales con Ana María Ross(Ani entre nosotras)hija y sobrina de civiles pasados por las armas por los asesinos de la fusiladora.
Así llegó hasta mi conocimiento como muchos hijos de militantes peronistas habían crecido sin padres y así año tras año nunca dejé de recibir la invitación para participar de los actos con que en José León Suarez se recordaba a los fusilados por los usurpadores del gobierno democrático.
Hace mucho que no veo a Ani, vivimos en el mismo pueblo y nos unirá de por vida ese sentimiento de impotencia de ver como la Historia a través de periodistas como Eliaschev pretende mostrar a los asesinos como santos y a los combatientes como asesinos.
Por otra parte, mi viejo era amigo del general Juan José Valle a quien
Pedro Eugenio Aramburu un asesino y un golpista mandara fusilar el 12 de junio de 1956.
Los relatos de mi viejo y las lágrimas que le inundaban los ojos cada vez que me contaba lo ocurrido a su amigo han quedado grabadas en mi alma y en mi Memoria como también aquellas palabras que Juan José escribiera antes de ser fusilado por órden del asesino Pedro E. Aramburu:
“Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi Patria la declaración fidedigna de los acontecimientos…
Evidentemente que el sentido de Resistencia Peronista no cabe en la cabeza de Eliaschev y evidentemente la única salida a su manifiesto gorilismo se expresa en la burla hacia quienes jamás se olvidaron de las viudas, de los huérfanos y de los mártires asesinados por Aramburu.
Entonces desde mi militancia y desde mis vivencias de aquellos años de adolescencia contesto las preguntas de Eliaschev:
¿Para que llevábamos a las reuniones de compañeros a nuestros bebés?
Para darles la teta y para cambiarles los pañales.
Porque vivíamos otros momentos históricos, porque la sangre derramada jamás sería negociada y porque entendíamos que Juan José Valle y los militantes asesinados por fin podrían descansar en paz si ninguno de nosotros nos olvidábamos de que habían dado la vida por la Patria y por un País más justo e igualitario.
Ani merece que nadie olvide que creció sin padre.
Y mi viejo merece que su amigo finalmente sea reivindicado por la historia.
Frente a los Aramburu, los Rojas, los Lonardi que atropellando las Instituciones pretendieron pasar como mártires cuando fueron unos sanguinarios ASESINOS.
Hasta la Victoria Siempre
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