jueves, 5 de marzo de 2009

Almorzando con las que piden pena de muerte


FRANCISCO DE NARVÁEZ CREE QUE LOS HABITANTES DEL CONURBANO BONAERENSE SOMOS FRONTERIZOS
(Hagamos algo, dice el cartel en el que al Panchito Narváez le han pintado los bigotitos de Hitler y tres palabras….BLA, BLA, BLA)

Mi pueblo es un pueblo más de los que forman parte del sur del conurbano bonaerense
No hay autopistas que hagan posible el deslizarse rápidamente desde mi pueblo hasta la capital de la República.
Condenados al tren carreta que cuando no se queda en la estación de Burzaco se descarrila o se queda meditando sobre los rieles mientras los pasajeros comienzan a aplaudir o a saltar como si saltaran a la “soguita”en los vagones que entonces comienzan a subir y a bajar y a moverse como una licuadora licuando seres humanos en lugar de bananas o manzanas o duraznos.
Mi pueblo es un pueblo más de los que forman parte del sur del conurbano bonaerense.
No hay cloacas en muchos de los barrios que crecen junto a los tilos y a los jazmines y a las fresias y que con sus deliciosos perfumes a fresias a jazmines y a tilos tapan el olor a mierda que producen los tanques atmosféricos que desagotan los pozos desparramados a lo largo del
recorrido de los trenes que se deslizan por las vías desde Constitución hasta el infinito del conurbano.
No hay agua corriente en muchas de las casas que albergan a los sufridos habitantes de las villas que rodean al pueblo y que, como las cuentas de un rosario impío forman el cordón que rodea a las casonas y caserones donde el agua que falta en las villas se derrocha en el riego de los jardines de las mansiones que compiten en esa competencia de desigualdad que es la competencia entre los que tienen todo y los que no tienen nada.
Mi pueblo es un pueblo más de los que forman parte del sur del conurbano bonaerense.
Con una Comisaría que tiene un Comisario que se llama Walter Iguiñez y que sostiene que el era un niñito cuando la Comisaría funcionaba como CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN.
Y que afirma que no estaba en conocimiento que en la Comisaría que funcionaba como CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN los artistas locales exponían obras de arte sobre las paredes manchadas con la sangre de los muchos compañeros que entre 1976 y 1977 sufrieron tortura en la maldita Comisaría.
Que está sin señalizar y que junto a la Comisaría de Burzaco y de Esteban Echeverría fuera una de las más sangrientas y perversas del Circuito Camps.
Mi pueblo es un pueblo más de los que forman parte del sur del conurbano bonaerense
Se llega a mi pueblo siguiendo la ruta genocida que sembrara de muerte y terror el recorrido del Quetren Carreta.
Deambulando por los andenes de las estaciones los recuerdos de los compañeros que siguen gritando en las paredes y que impiden que la Memoria se duerma
Darío y Maxi en la ex –Avellaneda, los fusilados en la estación de Lanús, los desaparecidos en las estaciones de Lomasde Zamora, Témperley, Remedios de Escalada y Burzaco.
Y en la estación de Banfield los lápices que siguen escribiendo que nadie NUNCA JAMÁS SE OLVIDE del POZO DE BANFIELD.
Mi pueblo es un pueblo más de los que forman parte del sur del conurbano bonaerense.
Donde los habitantes de las villas y de los barrios obreros que viajan en el Quetrén y en los Bondis sostienen, afirman y confirman que el PANCHO NARVAEZ es un charlatán que habla mucho pero, que, como todo charlatán y como todo gorila no se atreve a entrar solito y su alma en los barrios del conurbano porque según le han contado sus amigas gorilas (las que piden pena de muerte y escupen sobre los DERECHOS HUMANOS con las que además almuerza para sentir que le lamen el trasero)la carne gorila es apreciada por el alto valor nutritivo.
El Pancho Narvéz ha llenado de afiches las paredes de mi pueblo
Hagamos algo dice el cartel en el que al Panchito Narváez le han pintado los bigotitos de Hitler y tres palabras: BLA, BLA, BLA…
Hagamos algo dice Francisco de Narváez.
Por eso hacemos algo….LE HACEMOS UN ESCRACHE
Desde Adrogué, el pueblito que huele a fresias y a jazmines y que también huele a mierda y a FRANCISCO DE NARVÁEZ.

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