domingo, 2 de septiembre de 2012

El chamuyo de Raquel San Martín sobre la escuela pública


Raquel San Martín (periodista de La Nación) ¿no te parece que es hora de asignar a la educación oficial las partidas destinadas a la subvención de las escuelas privadas?
(Si ello ocurre creo que tu chamuyo en forma de artículo se desmorona como castillo de naipes)



A veces me planteo que quienes no han transitado las aulas de la escuela pública, no han caminado los caminos de barro, no han tomado una tiza para escribir en el pizarrón  por más títulos, grados, especializaciones y   todos los papeles que acreditan en su currículo no están capacitados para hablar de la escuela pública y menos aún descalificarla y menos aún compararla  con la educación privada, porque, la comparación malintencionada  me produce picazón, me hace temblar la vena de mi cuello y me pone en estado de irritación al percibir que existen individuos(mujeres en este caso concreto) que ponen de relieve en lo que escriben que  se guían por las indicaciones que deben recibir de quienes tienen como propósito atacar desde cualquier lugar al gobierno  a los trabajadores de la educación  y lo más lamentable a los alumnos y  padres que optan por una educación  que responde al claro objetivo de educar al ciudadano sin cobrarle un mango.
Pero, Raquel San Martín no lo entiende y si lo entiende entonces lo disimula muy bien.
Por eso creo que es llegado el momento de desenmascarar a estos periodistas de escritorio, de encuestas, de  investigaciones cargadas de subjetividades y claras intenciones  y hacerles saber que cuando escriban   les vamos a contestar , que los vamos a ningunear si nos ningunean, que los vamos  a exponer si nos exponen y que los vamos a criticar si nos critican.
El claro juego de la democracia.¿VENGANZA? No, JUSTICIA.
Ojo por ojo y diente por diente.
Hace tiempo había escrito un artículo que creo que cuaja con el que escribe la mencionada periodista en el diario de los Mitre y que  a manera de contestación lo saco a luz nuevamente(en su parte final).
Raquel San Martín no habla del NEGOCIO EDUCATIVO que re4presenta la escuela privada.
Refresquémosle la memoria.

“Un día me puse un guardapolvo blanco.
Pero no tenía moño ni estaba almidonado.
Ya había crecido y ya era maestra

Y descubrí la INJUSTICIA cuando empecé a trabajar de maestra.
Lo que le sacaban a la ESCUELA PUBLICA se lo daban a la ESCUELA PRIVADA.
Con los curas de la villa aprendí que ese pasaje de fondos de dinero tenía un nombre.
La palabra SUBVENCION llenó mi boca de palabras de protesta.
Con el tiempo empecé a trabajar en una escuela pública y en una escuela privada.
Con el tiempo me di cuenta que en la privada no pagaban lo que tenían que pagar y protesté y denuncié la situación....
Con el tiempo me llegó un telegrama .
Y otros telegramas les llegaron a otras maestras de la escuela privada que protestaban conmigo.
No podíamos hacer protestas porque nos cesanteaban, no podíamos reclamar porque  nos que4dábamos sin trabajo.
Había que ser un burro de carga y aceptar todo lo que viniera.
Unos embolsaban el dinero y los otros trabajaban para que el negocio de los dueños de las privadas  funcionara

“El tiempo pasa para todos, incluso para mi .
Incluso para los que hace tantos años en las JORNADAS NACIONALES de DERECHOS HUMANOS EN LA EDUCACIÓN(13 y 14 de octubre de 1984) proponían:

La asignación , a la educación oficial, de las partidas actualmente destinadas a SUBVENCIONAR la ENSEÑANZA PRIVADA

¿Todo está como era entonces?
¿Cómo cuando fue planteada la IDEA?

¿No es tiempo ya de llevar a la práctica las utopías de entonces?
La de asignar a la educación oficial las partidas destinadas a la subvención de las escuelas privadas.

Para terminar con el negocio educativo
Para comenzar con la igualdad de oportunidades
Como lo establecen las normas escritas en eso que llamamos CONSTITUCIÓN DE LA NACIÓN ARGENTINA

Hasta la Victoria Siempre

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