Llegaron a mi conocimiento las acciones implementadas en las escuelas por la Dirección de Cultura y Educación de la Pcia de Bs As para que el día 24 de marzo no pasara desapercibido como en otros tiempos(diría yo bastante recientes.)
En el Programa conocido por los docentes como Derechos Humanos y Educación se fijaban como objetivos (entre otros) :
Propiciar la reflexión, capacitación y prácticas vinculadas a las problemáticas de los derechos humanos.
- Promover la realización de subproyectos sobre la problemática de los DDHH
- Auspiciar y acompañar actividades educativas vinculadas al objetivo general del Programa.
Y podría seguir enumerando los consabidos objetivos que por lo general nunca se cumplen porque el tema de los DDHH y de lo ocurrido el 24 de marzo de 1976 sigue produciendo picazón y alergia en gran parte del personal docente
Porque, siempre lo digo y lo sostengo (tras haber pasado por todos los niveles de enseñanza del sistema educativo provincial) que muchos profesores y Directores de los servicios educativos rechazaron y rechazan abiertamente el tratamiento del tema en las escuelas y si no lo boicotean al menos hacen lo posible por distorsionar los acontecimientos.
Lo que conduce a que los alumnos no puedan debatir y aportar sus propias conclusiones ya que la docencia al igual que la Justicia y al igual que la Iglesia contó con delatores que no solo señalaron compañeros de trabajo sino que en forma directa y sin muchas vueltas se presentaron a denunciarlos por actividades que contrariaban las disposiciones emanadas de Ovidio J.A.Solari que se desempeñaba como Ministro de Educación de la Pcia de Bs As en el año 1976, exactamente en el mes de mayo.
Si dedico mi tiempo a escribir sobre el tema se debe a que hoy 24 de marzo me encuentro particularmente motivada por haber sido víctima del terrorismo de estado y de la persecución política por parte de la jerarquía educativa
Una jerarquía que se prestó a colaborar con los milicos y a lamerle las botas a los Ministros de la cartera educativa que vestían uniforme y trataban a los profesores y maestros con términos ligados al vocabulario militar y no dudaban en señalarlos como marxistas y subversivos en las amenazantes Circulares Técnicas de entonces.
Lo que me llamó la atención y en realidad me incentivó para deschavar a los actuales Jerárquicos de la educación de la Pcia de Bs As es percibir aún la falta de honestidad con que abordan el problema de la delación y la complicidad de ese Organismo educativo con los cuarteles.
Como si quienes sobrevivimos fuéramos idiotas o la picana y la tortura nos hubiera limado el cerebro.
Por ello y a fin de que el Programa Derechos Humanos y Educación llegue con la verdad de los hechos sucedidos y no con los hechos relatados que encubren los acontecimientos vividos por quienes los padecimos, los alumnos deben saber que los documentos y Circulares no solo llegaban del Ministerio de Educación de la Nación sino que el Ministerio de Educación de la Provincia de Bs As también ejercía la vigilancia y censura de todo lo que fuera considerado “enemigo”.
Como por ejemplo los docentes que adheríamos a la Pedagogía de la Liberación , a la Teología sostenida por los curas tercermundistas, a la lectura de los libros de Paulo Freyre y que además proponíamos contenidos curriculares para ser tratados en forma de dinámica grupal a fin de debatir y concientizar a los alumnos que estábamos todos inmersos en un mundo de miedo y de terror.
Que la Subsecretaria de Educación Provincial permitió la entrada de camiones militares en las escuelas a fin de dar con los maestros marxistas que (a su criterio genocida)contrariaban la fe cristiana es cosa sabida entre quienes pasaron por esa desgraciada experiencia.
Y si no que se lo pregunten a docentes que trabajaron por ejemplo en la Escuela Primaria Nº 49, escuela en la que ejercí junto a compañeras que luego ocuparon cargos en el Municipio de Alte Brown o a Inspectoras que prefirieron quedar en el anonimato para poder ascender jerárquicamente ocultando la verdad de lo que nos acontecía
Acorralados los docentes contra la pared, con las armas apuntándoles a la cabeza o encerrados en las aulas por quienes se creían dueños y señores de la vida de los ciudadanos .
La Subsecretaria de Educación de la Provincia de Bs As debe asumir el rol entregador que le cupo en su momento y hacer el MEA CULPA pidiendo perdón por los atropellos cometidos en contra de quienes trabajaban en las aulas de las escuelas de la provincia.
Datos sobran y documentos abundan para testimoniar que no todo es del color rosa con que actualmente se trata de disfrazar la tarea delatora que realizó el organismo Educativo y fundamentalmente la Subsecretaría de Educación por medio de las Circulares (como la que se adjunta al presente artículo) .
A las cosas por su nombre.
Y al que le quepa el sayo que se lo ponga.
Hasta la Victoria Siempre
(24/3/2011)
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