Cada día de los días de mi vida mi pluma militante la recuerda.
Y sus palabras están y estarán por siempre en mi corazón y en mi MEMORIA
"Cuando elegí ser Evita sé que elegí el camino de mi pueblo. Ahora, a cuatro años de aquella elección, me resulta fácil demostrar que efectivamente fue así. Nadie sino el pueblo me llama Evita. Solamente aprendieron a llamarme así losdescamisados. Los hombres de gobierno, los dirigentes políticos, los embajadores, los hombres de empresa, profesionales, intelectuales, etc., que me visitan suelen llamarmeSeñora; y algunos incluso me dicen públicamente Excelentísima o Dignísima Señora y aún, a veces, Señora Presidenta. Ellos no ven en mí más que a Eva Perón".
"Ahora si me preguntasen qué prefiero, mi respuesta no tardaría en salir de mí: me gusta más mi nombre de pueblo. Cuando un pibe me nombra Evita me siento madre de todos los pibes y de todos los débiles y humildes de mi tierra. Cuando un obrero me llama Evita me siento con gustocompañera de todos los hombres".
"...Cada uno debe empezar a dar de sí todo lo que pueda dar, y aún más. Solo así construiremos la Argentina que deseamos, no para nosotros, sino para los que vendrán después, para nuestros hijos, para los argentinos de mañana..."
Lo que más me gusta de Evita, es su pensamiento, que se instaló en nosotros como un mandato: "Donde existe una necesidad nace un derecho."
ResponderEliminarPero los conservadores de entonces se sentían frustrados por varias cosas... Renegaban: "Tanto cuidado en vigilar la familia cuando una hija ilegítima de pronto llega a primera dama"...
Si, primera dama que renuncia a todo, menos a la felicidad de su pueblo: "Yo no quise ni quiero nada para mí. Mi gloria es y será siempre el escudo de Perón y la bandera de mi pueblo. Y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria".
Gracias por recordarlo, Compañero!!!
María Cristina dijo:
ResponderEliminarAún entre mis recuerdos tengo guardada una cinta negra que según me contó mi viejo se puso alrededor del brazo cuando se fue Evita, en señal de duelo.
Evita invade mi alma , mi corazón, mis sentimientos.
Tengo fotos de ella, de Evita y están en un lugar privilegiado de mi casa.
Quien entra en mi hogar indudablemente se da cuenta que es un hogar peronista , desacamisado, laburador,leal, y subversivo a las imposiciones que tienden a distorsionar el latido popular, el sentimiento popular.
Un enorme abrazo compañera.