domingo, 17 de abril de 2011

Mariano Grondona y la fábula de la serpiente y la luciérnaga



Una fábula podría ayudarnos a entender lo que le ocurre al gorila de Mariano Grondona que no cesa en su manía de escribir en forma obsesiva sobre la mujer que nos gobierna a tal punto que ya no sabe que inventar para dejar que su machismo la aplaste o la denigre o la desvalorice o la destruya.
Y digo que una fábula podría ayudarnos a comprender que le pasa a este viejo ruin porque de tan ruin ya ha dejado de ser creíble en lo que redacta y hasta sus devotos chupaculos comienzan a pensar que tiene un tornillo flojo posiblemente oxidado por el tiempo que lleva tratando de destruir lo que otros construyen y de desvalorizar lo que otros valoran.
En un artículo que le publica hoy el diario La Nación el susodicho recurre a las fábulas para entender lo que pasa en la Argentina actual.
Todos entendemos lo que pasa y no solo estamos conformes sino que apoyamos lo que está pasando porque hace mucho tiempo que no pasaba lo que está pasando
Que a este geronte lamebotas no le guste lo que pasa en la Argentina actual no es problema de la mayoría y en todo caso en lugar de dedicarse a las fábulas debería dedicarse a limpiar un poco su conciencia que según mi opinión la tiene muy sucia y muy negra.
Regresando al principio
Una fábula podría ayudarnos a comprender el por que de ese acoso obsesivo y sistemático con la elegida por el pueblo.

La fábula en cuestión se titula: La luciérnaga y la serpiente.

Una serpiente persigue y persigue a una luciérnaga.
La persigue un día, la persigue dos días , la persigue tres días.
Al tercer día de la persecución, la luciérnaga se cansa y enfrentándose con la serpiente le plantea que desea hacerle una pregunta.
Está bien, le contesta la serpiente.
Como te voy a devorar te doy la oportunidad que me solicitas.
La luciérnaga le pregunta entonces a la serpiente:
¿Es que acaso pertenezco a tu cadena alimenticia?
No, le responde la serpiente.
Entonces, agrega la luciérnaga:¿Por qué me persigues?¿Por que quieres destruirme?
Sencillo responde la serpiente.
Te quiero destruir, te persigo de manera obsesiva porque no soporto verte brillar.

Saquen ustedes la moraleja.
Yo que ya he sacado la mía agregaría para dar por terminado el tema que quien gobierna por elección y decisión de las urnas no debe dejar de brillar aunque su luz moleste a los depredadores.

Hasta la Victoria Siempre

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