lunes, 6 de septiembre de 2010

Memorias de una profesora "subversiva"Escuela primaria Nº 8




LA ÚLTIMA VEZ QUE VI MINISTRO RIVADAVIA
Nº 10

Era el atardecer y eran los campos cubiertos de claveles que crecían soberbios,y multicolores de la mano de los japoneses que habitaban en Ministro Rivadavia.
Era el atardecer y eran los campos cubiertos de frutillas, las rojas frutillas que ofrecían las mujeres japonesas que las cultivaban y que explicaban como era posible cultivar frutillas en Ministro Rivadavia y vivir de lo que la tierra, la paciencia y la solidaridad hacían posible.
Tantos años que se han quedado allí junto a los frutillares y junto a los invernaderos y junto a la gran cruz de la Iglesia del Tránsito que estaba casi pegadita a la escuela en la que trabajaba como maestra de grado.,
Y a la fábrica de porcelanas Tsuji donde se ganaban el pan los hombres de Ministro Rivadavia y las mujeres y los chicos y las chicas y en donde se conseguían tazas de porcelana a un precio muy pero muy bajo.
Tantos años como los años que pasaron desde que salida del pozo y con una panza creciendo a la esperanza trataba de prenderme los botones del guardapolvo que ya no me prendían.Tantos años han pasado que ya no se si aún estará el almacén de Lippi a la entrada del pueblo o si aún la gran cruz que se imponía a la entrada de la Iglesia .......

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