Gerardo Morales ha procedido a definir al gobierno surgido de las URNAS pasando (a mi opinión)el límite que el respeto por el otro le exige a su condición de senador de la República.
Manifestando sin empacho alguno y dejando expuesta su veta de intolerancia a la voluntad popular al expresar sobre el gobierno de la mujer que ejerce la Primera magistratura que:
"Es la expresión de la versión civil de la ruptura constitucional que antes se daba a manos de militares", lanzó. Aclaró que el paralelo excluye las desapariciones y el terrorismo de Estado.
Excedido en un vocabulario que es discriminatorio en relación a quienes acompañan la gestión de la mujer presidenta, no duda en largar su pestilento veneno sobre quien debe seguir trabajando porque así ha sido el mandato que el pueblo le entregara.
Pero, este desgraciado, infeliz y envidioso ser humano no tiene otro horizonte que el límite que su vanidad y su petulancia le imponen a sus aspiraciones golpistas.
Poco le importa el pueblo y sus problemas.
Desde que asumiera la mujer presidenta no hace más que castigarla con su verba y azotarla con sus descalificaciones machistas ladinas porque de tan canalla y ¿cobarde? ni siquiera se le planta frente a frente y aclara o pone término a esa situación de envidia que lo lleva a molestar, acosar, denigrar y hasta a insultar a una gobernante tan solo por su ¿condición de mujer?
Lo que hace este caradura de Gerardo Morales es lisa y llanamente (a mi opinión, obvio) un TERRORISMO POLÍTICO que intenta atemorizar, sembrar dudas, despertar odios y confrontaciones, incentivando a la población a desmerecer la gobernabilidad de quien legítimamente fuera llevada al sillón de Rivadavia por el voto popular y no por un GOLOPE DE ESTADO.
Desde mi punto de vista (esta copia con calzoncillos) de Elisa María Avelina Carrió nos está faltando el respeto a la ciudadanía con sus cobardes expresiones y comparaciones.
Discriminar al pueblo y subestimarlo en su capacidad para elegir a quien desea lo gobierne es una muestra de la incapacidad de este intolerante .
Que se dedica a darle a la lengua como una vieja chismosa buscando Medios serviles a las botas y con un pasado de genuflexión a las Dictaduras para poder desparramar sus palabras conspirativas.
La nueva versión del TERRORISTA resulta ser este senador que aterroriza y predispone a la población al temor desde la función y el cargo que ejerce.
TERRORISMO POLÍTICO que entiendo( y dado la responsabilidad que su senaduría le exige)lo expone como un simple envidioso y pelele que lo único que sabe es mover la lengua para degradar , conspirar porque al parecer es todo lo que su capacidad intelectual le permite.
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