domingo, 15 de noviembre de 2009

SER EN EL OTRO....siendo en el otro

Por un instante, por un momento, sobre tus huesos

Sobre tu hambre, sobre tu angustia, sobre tu llanto.

Sobre tu mundo sin horizontes

Sobre tu mesa sin alimento.

Sobre tu cuerpo con mil cadenas.

Por un momento

Para ser hambre y ser angustia

y ser el llanto que te recorre

todos los huesos

los tantos huesos

que son las rutas de la miseria

Esa miseria que te carcome

y que devora todos tus sueños

Por un instante, por un momento

Ser en tus ojos tus propios ojos

Ser en tus pasos tus propios pasos

Ser en tu angustia tu propia angustia

Ser ese llanto que está atrapado

entre las cuerdas de tu garganta

Y ser tus manos

Entre tus manos tus propias manos

Las que golpean en cada puerta

Las que se aprietan en impotencia

Como si fueran duros martillos.

Vanos martillos en las conciencias.

Ser caminante de tus caminos

Con tus zapatos, tus zapatillas

tus pies descalzos.

Por un momento,

eso quisiera.

Y si resisto

siendo tus huesos

siendo tu hambre, siendo tu angustia, siendo tu llanto.

Si carcomidos todos mis sueños

y condenada toda utopía

Si desteñidas todas mis ansias de un mundo justo

Aún insisto ...

Sobre tus huesos

sobre tu angustia,

sobre tu llanto

Habré aprendido.

Siendo en el otro

Soy en el otro.

(en el que muere por hambre)

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Esa tarde el cura se había venido hasta la escuela.

Tenía la sotana enroscada sobre la cintura y se le veían los pantalones de tela jean.

Yo que estaba en el aula que daba sobre el campito lo veía ir y venir .

Seño, el cura quiere hablarle( mis alumnos que se habían distraído porque realmente el cura estaba raro).

Así que me asomé por la ventana sin vidrios y sin ventanas( me asomé por el agujero que señalaba una ventana).

Y el cura resbalándome en la oreja:Se le murió el bebé a la Marta.

Y el cura esperándonos a la salida de la escuela para ir a la casita de la Marta.

Y en la casita pobre de la pobrecita Marta, en un cajoncito de madera el bebé de la Marta .

Así morían los niños en aquéllos tiempos en que junto a los curas villeros trabajábamos en las escuelas de las villas.

Todos los días a cada instante.

De hambre y de desnutrición así morían.

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